El control ginecológico es sumamente importante para poder prevenir distintas enfermedades que afectan a la mujer, como principalmente el cáncer de mama y el cáncer de cuello uterino. Estas enfermedades oncológicas son altamente prevalentes en nuestra población y a nivel mundial.
Las Sociedades Argentina de Mastología (SAMas) sugiere un examen mamario y una primer mamografia a los 35 años, repetiendo la misma en forma anual a partir de los 40 años, como herramienta para detectar en forma precoz lesiones sospechosas en la mama. Pudiendo complementar, de ser necesario, estos con otros estudios como la ecografía y la resonancia mamaria.
Por su parte, la Asociación Argentina de Ginecología Oncológica (AAGO) y la Sociedad Argentina de Patología del Tracto Genital Inferior y Colposcopía (SAPTGIyC) sugieren realizar pap y colposcopía desde el inicio de las relaciones sexuales hasta aproximadamente los 70 años, si los controles anteriores no demostraron evidencia de patologías.
De esta forma, estos estudios mencionados permiten una detección temprana de la enfermedad o de sus lesiones precursoras mejorando radicalmente los resultados obtenidos con el tratamiento.
¿En qué consisten estos estudios?
- MAMOGRAFIA:
La mamografía es una radiografía de las mamas que utiliza baja dosis de radiación y se realiza en pacientes asintomáticas dentro del control ginecológico anual con el objetivo de detectar tempranamente lesiones sospechosas vinculables al cáncer de mama. Se utiliza también frente a la presencia de hallazgos clínicos como dolor, bulto, secreción por pezon, etc.
Es un procedimiento que muchas veces resulta molesto o doloroso debido a que para el mismo se realiza una compresión de las mamas con dos superficies firmes, para poder así esparcir la glándula y mejorar la imagen obtenida.
Los aparatos empleados para la misma han ido evolucionando a lo largo de los años. Es por esto que la mamografía analógica hoy en día fue reemplazada por la mamografía digital. Y es muy posible que en un futuro no muy lejano esta última sea reemplazada por la mamografia 3D o tomosíntesis.
Las distintas sociedades científicas a nivel mundial tienen edades de inicio muy distintas. Hoy en día, debido a la creciente incidencia de cáncer de mama en mujeres, la tendencia es a iniciar en forma precoz y estricta la mamografía de detección. Como dije anteriormente, en aquellas pacientes sin anteceden familiares la SAMas sugiere una primer mamografia a los 35 años para conocer las características de las mamas, y de no encontrar alteraciones continuar anualmente desde los 40 años. En cambio, si presentan antecedentes familiares se recomienda iniciar con los controles 10 años antes de la edad de detección del familiar directo más cerca.
- PAP y COLPOSCOPÍA:
El pap y la colposcopía son dos estudios bien distintos que se complementan teniendo un objetivo en común: poder detectar lesiones en el cuello uterino que puedan predisponer a un cáncer. Esto permite tratar las mismas evitando su progresión a esta enfermedad tan terrible.
¿Cómo se realizan?
Luego de que la paciente se encuentre en posición ginecológica, se prodece a colocar un especulo vaginal para visualizar el cuello uterino. En este momento, utilizando una espátula de madera y/o un cepillo obtenemos una muestra (PAP) de células que se desprende el mismo y la colocamos en un portaobjetos para posteriormente entregarsela al patólogo, quien analizará la misma con su microscópio.
Posteriormente realizamos una exploración visual del cuello uterino utilizando el COLPOSCOPIO para detectar “manchas” en el mismo que pueda deberse al efecto generado por el HPV.
- ECOGRAFÍA TRASVAGINAL:
La ecografía TV es un estudio que permite evaluar los genitales internos femeninos como el útero y su cavidad endometrial y los anexos (ovarios-trompas de falopio), siendo posible a su vez explorar órganos cercanos como la vejiga y determinar la presencia de colecciones abdominales.
Para poder realizar este estudio la paciente se acuesta en una camilla (idealmente ginecológica) y posteriormente se coloca el transductor endocavitario con un preservativo dentro la vagina.
La ecografía se genera por el transductor que emite ondas sonoras, las cuales rebotan en los tejidos y vuelven al mismo. Estas ondas son analizadas por una computadora que luego de interpretarlas genera las imágenes. Este estudio no se considera de screening/tamízaje, es decir, que hasta el momento no se han demostrado beneficios al realizarlo en toda la población asintomáticamcon el objetivo de detectar una patología. Así que debería reservarse para situaciones que lo ameriten evaluando siempre la clínica de la paciente.
Las indicaciones son varias. Entre ellas: atraso menstrual, test de embarazo positivo, sangrado por genitales (metrorragia/ginecorragia), dolor abdominal o pelviano, infertilidad.